Entender por qué nos atraen los crímenes también pasa por asumir la influencia de los canales de información en nuestras vidas.
En los últimos años, ha habido un auge sin precedentes en la popularidad de los programas de televisión, películas, podcasts y libros basados en crímenes reales, o como se conoce popularmente, «True Crime«.
¿Por qué nos atraen los crímenes? ¿Qué es lo que hace que estos relatos sobre asesinatos, secuestros y otros tipos de crímenes sean tan atractivos para nosotros?
En este artículo, exploraremos las razones detrás de nuestra obsesión con el True Crime.
La atracción por lo prohibido
Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos sentido una profunda fascinación por lo prohibido, lo oscuro y lo desconocido. Los criminales, particularmente los asesinos en serie, son figuras que encarnan estos elementos de una manera potente y visceral.
Por un lado, estos individuos transgreden las normas sociales más básicas, de una manera que la mayoría de nosotros no podemos imaginar. Esto puede resultar intrigante, ya que nos permite explorar los límites de lo que es socialmente aceptable y lo que no.
Por otra lado, los criminales y sus actos nos ofrecen una visión de lo más oscuro y retorcido de la naturaleza humana. Esto puede ser aterrador, pero también puede ser profundamente fascinante.
Al adentrarnos en las mentes de estos individuos, podemos explorar aspectos de la experiencia humana que de otra manera estarían fuera de nuestro alcance. Es uno de los motivos fundamentales que explican por qué nos atraen los crímenes.
La seducción del peligro
Otra razón por la que nos atraen los crímenes es que nos permiten experimentar el peligro y el miedo de una manera segura. Al leer sobre un asesinato o ver un documental sobre un secuestro, podemos sentir la adrenalina y la tensión de estos eventos sin tener que enfrentar el peligro real.
Esto se conoce como el «efecto montaña rusa»: al igual que una montaña rusa nos permite experimentar el miedo y la emoción de caer desde grandes alturas sin el riesgo real de hacerlo.
De esta manera, el True Crime nos permite explorar el miedo y la fascinación por el peligro desde la seguridad de nuestro propio hogar.
El deseo de entender
No es sólo la experimentación desde la seguridad el motivo por qué nos atraen los crímenes. Quizás la razón más profunda de nuestra fascinación por el True Crime es nuestro deseo de entender.
Queremos saber qué lleva a una persona a cometer actos tan horribles, y qué podemos hacer para prevenirlos (al menos desde el segmento de la criminología, la psicología y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado)
En este sentido, el True Crime puede ser visto como una forma de educación. Al aprender sobre los métodos, motivos y perfiles psicológicos de los criminales, podemos comprender mejor cómo trabajan y cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.
Además, al tratar de entender a estos individuos, también podemos llegar a comprender mejor la naturaleza humana en general.
Los criminales, por terribles que sean sus actos, son todavía humanos, y su comportamiento puede arrojar luz sobre aspectos de la psicología humana que de otra manera podrían ser incomprensibles.
La fascinación por la violencia
La violencia es un aspecto innegable de la condición humana. Desde tiempos antiguos, la violencia ha sido una parte central de nuestra historia y cultura.
Aunque la mayoría de nosotros rechazamos la violencia en nuestras propias vidas, seguimos siendo atraídos por ella en las historias que consumimos. Y, de alguna manera, sigue presente en nuestros más bajos y primarios instintos.
El True Crime, con su enfoque en los asesinatos y otros actos violentos, satisface esta fascinación de una manera que pocas otras formas de entretenimiento pueden hacerlo.
Aunque podemos sentirnos incómodos o incluso horrorizados por la violencia que se describe, también podemos sentirnos atraídos por ella, seducidos por su intensidad y su crudeza.
La atracción de lo real
Finalmente, una de las razones más poderosas de por qué nos atraen los crímenes que justifica nuestra fascinación por el True Crime es que se basa en hechos reales.
A diferencia de las historias de ficción, los relatos de crímenes reales tienen un peso y una resonancia que no se pueden inventar.
Saber que los eventos que estamos leyendo o viendo realmente ocurrieron añade una dimensión extra de intriga y emoción. Nos hace darnos cuenta de que lo que estamos viendo no es solo una historia, sino un reflejo de la realidad, con todas sus complejidades y contradicciones.
En conclusión, nuestra fascinación por el True Crime es un fenómeno complejo, que se basa en una variedad de factores psicológicos y culturales.
Aunque puede ser inquietante, entender por qué nos atraen los crímenes también puede ser una forma valiosa de explorar la naturaleza humana y de entender mejor el mundo en el que vivimos.