Los 5 motivos de por qué nos atraen los crímenes reales

Entender por qué nos atraen los crímenes también pasa por asumir la influencia de los canales de información en nuestras vidas.

En los últimos años, ha habido un auge sin precedentes en la popularidad de los programas de televisión, películas, podcasts y libros basados en crímenes reales, o como se conoce popularmente, «True Crime«.

¿Por qué nos atraen los crímenes? ¿Qué es lo que hace que estos relatos sobre asesinatos, secuestros y otros tipos de crímenes sean tan atractivos para nosotros?

En este artículo, exploraremos las razones detrás de nuestra obsesión con el True Crime.

La atracción por lo prohibido

Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos hemos sentido una profunda fascinación por lo prohibido, lo oscuro y lo desconocido. Los criminales, particularmente los asesinos en serie, son figuras que encarnan estos elementos de una manera potente y visceral.

Por un lado, estos individuos transgreden las normas sociales más básicas, de una manera que la mayoría de nosotros no podemos imaginar. Esto puede resultar intrigante, ya que nos permite explorar los límites de lo que es socialmente aceptable y lo que no.

Por otra lado, los criminales y sus actos nos ofrecen una visión de lo más oscuro y retorcido de la naturaleza humana. Esto puede ser aterrador, pero también puede ser profundamente fascinante.

Al adentrarnos en las mentes de estos individuos, podemos explorar aspectos de la experiencia humana que de otra manera estarían fuera de nuestro alcance. Es uno de los motivos fundamentales que explican por qué nos atraen los crímenes.

La seducción del peligro

Otra razón por la que nos atraen los crímenes es que nos permiten experimentar el peligro y el miedo de una manera segura. Al leer sobre un asesinato o ver un documental sobre un secuestro, podemos sentir la adrenalina y la tensión de estos eventos sin tener que enfrentar el peligro real.

Esto se conoce como el «efecto montaña rusa»: al igual que una montaña rusa nos permite experimentar el miedo y la emoción de caer desde grandes alturas sin el riesgo real de hacerlo.

De esta manera, el True Crime nos permite explorar el miedo y la fascinación por el peligro desde la seguridad de nuestro propio hogar.

El deseo de entender

No es sólo la experimentación desde la seguridad el motivo por qué nos atraen los crímenes. Quizás la razón más profunda de nuestra fascinación por el True Crime es nuestro deseo de entender.

Queremos saber qué lleva a una persona a cometer actos tan horribles, y qué podemos hacer para prevenirlos (al menos desde el segmento de la criminología, la psicología y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado)

En este sentido, el True Crime puede ser visto como una forma de educación. Al aprender sobre los métodos, motivos y perfiles psicológicos de los criminales, podemos comprender mejor cómo trabajan y cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.

Además, al tratar de entender a estos individuos, también podemos llegar a comprender mejor la naturaleza humana en general.

Los criminales, por terribles que sean sus actos, son todavía humanos, y su comportamiento puede arrojar luz sobre aspectos de la psicología humana que de otra manera podrían ser incomprensibles.

La fascinación por la violencia

La violencia es un aspecto innegable de la condición humana. Desde tiempos antiguos, la violencia ha sido una parte central de nuestra historia y cultura.

Aunque la mayoría de nosotros rechazamos la violencia en nuestras propias vidas, seguimos siendo atraídos por ella en las historias que consumimos. Y, de alguna manera, sigue presente en nuestros más bajos y primarios instintos.

El True Crime, con su enfoque en los asesinatos y otros actos violentos, satisface esta fascinación de una manera que pocas otras formas de entretenimiento pueden hacerlo.

Aunque podemos sentirnos incómodos o incluso horrorizados por la violencia que se describe, también podemos sentirnos atraídos por ella, seducidos por su intensidad y su crudeza.

La atracción de lo real

Finalmente, una de las razones más poderosas de por qué nos atraen los crímenes que justifica nuestra fascinación por el True Crime es que se basa en hechos reales.

A diferencia de las historias de ficción, los relatos de crímenes reales tienen un peso y una resonancia que no se pueden inventar.

Saber que los eventos que estamos leyendo o viendo realmente ocurrieron añade una dimensión extra de intriga y emoción. Nos hace darnos cuenta de que lo que estamos viendo no es solo una historia, sino un reflejo de la realidad, con todas sus complejidades y contradicciones.

En conclusión, nuestra fascinación por el True Crime es un fenómeno complejo, que se basa en una variedad de factores psicológicos y culturales.

Aunque puede ser inquietante, entender por qué nos atraen los crímenes también puede ser una forma valiosa de explorar la naturaleza humana y de entender mejor el mundo en el que vivimos.

Las casas de crímenes más famosas de la historia

Las casas de crímenes son un elemento imborrable en el legado de un hecho delictivo atroz.

La historia está llena de escalofriantes historias de crímenes que han dejado una marca indeleble en la memoria colectiva. Estos hechos han sido objeto de fascinación y morbo a lo largo del tiempo, y aún hoy, siguen captando la atención del público.

Es en las localizaciones donde se comete el delito donde queda, para siempre, la «esencia» del hecho delictivo. Nada mejor que las casas de crímenes para llamar la atención y generar expectación entre la población.

Por eso, hoy exploraremos algunas de las casas más emblemáticas donde se han perpetrado crímenes atroces, y analizaremos el impacto que han tenido en sus respectivas comunidades y en la percepción del crimen en general.

Fascinación con las historias de casas de crímenes verdaderas

Las historias de crímenes, y máxime cuento son verdaderos, siempre han capturado la imaginación de las personas. Ya sea por la brutalidad de los actos, la psicología del criminal o el misterio que rodea a ciertos casos, el interés por estos relatos no parece disminuir.

El escenario del crimen; en este caso, las casas de crímenes, juegan así un papel fundamental al convertirse en un espacio «visible» que permanece como recuerdo imborrable de lo sucedido. Los testigos macabros de los hechos más truculentos.

Los medios de comunicación han jugado un papel importante en este fenómeno, ya que la cobertura de noticias de crímenes a menudo se vuelve viral y alimenta el morbo de la población.

Todos somos conscientes de las imágenes y los primeros planos de las casas de crímenes donde la policía accede en busca de pruebas o donde se posiciona un periodista para detallar los hechos.

Casas de crímenes más famosos

Existen diversos tipos de crímenes que han dejado una huella indeleble en la historia y que han sido cometidos en distintas casas. Entre ellos se encuentran los asesinatos en masa, los secuestros, los homicidios y los crímenes sexuales.

Cada uno de estos hechos ha generado un impacto diferente en la sociedad y ha sido abordado de manera distinta por los medios de comunicación.

El papel de las noticias de crímenes en la configuración de la percepción pública

Las noticias de crímenes tienen un gran poder para moldear la percepción del público sobre la realidad del crimen en sí. La forma en que estos casos son presentados y la atención que reciben pueden influir en cómo la sociedad percibe la seguridad y el peligro.

Además, la cobertura mediática de los crímenes más famosos puede generar una mayor conciencia sobre ciertos tipos de delitos y ayudar a prevenirlos en el futuro.

Las escalofriantes historias de las casas de crímenes

No están todas las que son, pero son todas las que están. Desde Gabinete de Criminología GACRIMPER, hemos hecho una recopilación con las casas de crímenes más famosas de la historia:

a. La casa de los horrores de Amityville

El 112 de Ocean Avenue es una de las casas de crímenes más mediáticas.

En 1974, en Amityville, Nueva York, Ronald DeFeo Jr. asesinó a seis miembros de su familia. Un año después, George y Kathy Lutz se mudaron a la casa, pero solo duraron 28 días antes de huir aterrorizados, alegando que habían sido víctimas de fenómenos paranormales.

La historia de la casa de Amityville se convirtió en un fenómeno mediático y dio lugar a numerosas películas y libros.

b. La casa de los asesinatos de la familia Manson

El hogar del músico Gary Hinman es una de las casas de crímenes donde han ocurrido los sucesos más dramáticos.

En 1969, miembros de la secta liderada por Charles Manson asesinaron brutalmente a la actriz Sharon Tate y a otras cuatro personas en su residencia en Los Ángeles.

Tate estaba embarazada de 8 meses y medio, lo que alimentó aún más lo macabro del suceso.

La casa donde ocurrieron estos crímenes ha sido demolida, pero el lugar sigue siendo un símbolo de la violencia y la locura desatada por Manson y sus seguidores.

c. La casa de Lizzie Borden

Se han grabado varias películas sobre una de las casas de crímenes más intrigantes: la 230 de 2nd St. de Fall River.
(Donna Hageman/Chicago Tribune/Tribune News Service via Getty Images)

En 1892, en Fall River, Massachusetts, fueron asesinados a hachazos Andrew y Abby Borden. Su hija, Lizzie Borden, fue acusada de los crímenes, pero finalmente fue absuelta por falta de pruebas.

La casa donde ocurrieron los asesinatos es ahora un museo y un alojamiento, y los turistas pueden incluso dormir en la habitación donde Abby fue asesinada.

d. El apartamento de Jeffrey Dahmer

En 1991, la policía encontró 11 cadáveres en el apartamento de Jeffrey Dahmer, lo que supuso el fin de su publicitada ola de asesinatos.

El caníbal de Milwaukee, Jeffrey Dahmer, fue un asesino en serie que mató a 17 jóvenes en los años 80 y 90. La mayoría de sus crímenes ocurrieron en su apartamento en Milwaukee, Wisconsin.

Tras su arresto en 1991, el edificio fue demolido y apartamento Apto. 213 en el 924 de la calle 25 Norte pasó a la historia. Sin embargo, el lugar se convirtió en un lugar de peregrinación para los aficionados al true crime.

e. La casa de JonBenét Ramsey

El número 749 15th Street en Boulder, Colorado es ahora una de las casas de crímenes vacías.

El caso de JonBenét Ramsey, la niña de seis años que fue encontrada muerta en su casa en Boulder, Colorado, en 1996, sigue siendo uno de los casos más misteriosos y discutidos de la historia del crimen.

La casa de la familia Ramsey es ahora propiedad de otra persona y ha sido renovada, pero sigue siendo un lugar emblemático para aquellos interesados en el caso.

El impacto de las casas de crímenes en sus respectivas comunidades

Los crímenes notorios que tienen lugar en una casa pueden tener un impacto profundo en la comunidad circundante. Más aún que de tratarse de una localización al aire libre.

Además del trauma y la tragedia que sufren las víctimas y sus familias, el lugar donde ocurrieron los hechos puede ser visto como una fuente de dolor y un recuerdo encapsulado.

Y no solo eso. La atención mediática que estos casos reciben puede tener un efecto duradero en la imagen de la comunidad y en su capacidad para atraer turismo y negocios.

El legado perdurable de los casos de true crime

Los casos de crímenes notorios a menudo tienen un impacto que va mucho más allá de su tiempo y del lugar en que sucedieron.

Estos casos pueden convertirse en símbolos culturales de la violencia y la tragedia, y a menudo se citan como ejemplos de los peores aspectos de la sociedad.

En lo que respecta a la vertiente positiva, los casos de true crime pueden ser utilizados como herramientas educativas para discutir temas como la justicia, la psicología criminal y la prevención del crimen.

Cómo las casas de crímenes se convierten en atracciones turísticas

Las casas de crímenes pueden resultar escenarios morbosos para la población.

A pesar de la naturaleza macabra de los crímenes que tuvieron lugar en ellas, muchas de las casas de crímenes donde ocurrieron estos hechos se han convertido en atracciones turísticas.

Los sitios web de viajes y los blogs de true crime a menudo presentan estas casas como destinos para aquellos interesados en la historia del crimen.

Si bien esto puede parecer morboso, también puede ser una manera de preservar la memoria de las víctimas y alentar la reflexión sobre el impacto del crimen en la sociedad.

Preservando la historia y respetando a las víctimas

La preservación de las casas de crímenes notorios puede ser un tema delicado.

Por un lado, estas casas pueden tener un valor histórico y cultural, y pueden ser vistas como importantes sitios de memoria.

Por otro lado, también pueden ser vistas como lugares de dolor y trauma para las víctimas y sus familias.

Es importante abordar estos temas con sensibilidad y respeto, y trabajar para encontrar soluciones que honren a las víctimas y permitan que la historia sea recordada de manera responsable.

Si quieres aprender más sobre la historia del crimen, considera visitar algunas de las casas notorias donde ocurrieron estos hechos. Pero recuerda, al hacerlo, analizar de forma respetuosa y reflexiva sobre el impacto que estos crímenes han tenido en las víctimas y sus comunidades.

La escalofriante herencia del crimen

En última instancia, los crímenes notorios que tienen lugar en las casas a menudo dejan una marca indeleble en la historia y en la cultura popular.

Si bien puede ser tentador sentir cierta atracción por el morbo y la fascinación con estos casos, es importante recordar que estos hechos representan tragedias reales que afectan a las víctimas y a sus familias.

Al reflexionar sobre la historia del crimen y su impacto en la sociedad, podemos trabajar juntos para prevenir futuros actos violentos y construir un mundo más seguro para todos.