Leyes de la escritura (V)

LEYES DE LA ESCRITURA (las 4 leyes de Solange Pellat + 1)

1º LEY: «Ninguna escritura es idéntica a otra. Cada individuo posee una escritura característica, que se diferencia de las demás y que es posible reconocer» (Crepieux-Jamin, 1.930).

El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro, el órgano que escribe no modifica la forma de aquella, si funciona normalmente y está lo bastante adaptado a su función.

2º LEY: «El movimiento escritural está sometido a la influencia inmediata del cerebro. Quien escribe no es la mano, sino el cerebro. El gesto gráfico está sometido a la influencia inmediata del cerebro. El órgano que escribe no modifica la forma de aquella si funciona normalmente y está lo suficientemente adaptado a su función» (Solange Pellat, 1.927).

Cuando uno escribe el “Yo” está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente de esta actuación, pasa por alternativas continuas de intensidad y debilidad. Adquiere el máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es decir, en los comienzos; y el mínimo cuando el movimiento de la escritura viene secundado por el impulso adquirido, o sea, en los finales.

 

3º LEY: » Cuando uno escribe, el yo está en acción, pero el sentimiento casi inconsciente de esta actuación pasa por alternativas continuas de intensidad y debilidad. Adquiere el máximo de intensidad cuando tiene que realizar un esfuerzo, es decir, en los comienzos, y el mínimo cuando el movimiento de la escritura viene secundado por el impulso adquirido, o sea en los finales» (Solange Pellat, 1.927).

 

Es la ley que regula los automatismos de los gestos gráficos: máxima intensidad cuando se realiza un esfuerzo, o sea, en los comienzos. El grafólogo se interesa en el comienzo de las palabras, pero el experto en escrituras se fijará en el final, donde salen los rasgos propios del imitador.

Dentro de que lo miraremos todo, nos fijaremos más en los finales.

En los trabajos de falsificación, el falsificador al comienzo se esfuerza conscientemente y al final, la fatiga se pone de manifiesto, delatándose el falsificador, causa ésta por la que nos fijaremos en los detalles.

No se pueden modificar voluntariamente en un determinado momento, la escritura natural, más que dejando en su trazado la marca del esfuerzo hecho para obtener el cambio.

 

4º LEY: «No se puede modificar voluntariamente la escritura natural más que dejando en su trazado la señal del esfuerzo realizado para lograr el cambio» (Solange Pellat, 1.927).

 

Esta ley se cumple tanto cuando un individuo traza de disfrazar su propia foescritura como en los intentos de imitación de alguien.

En el primer caso tarde o temprano acaban por aflorar las características personales inconscientes, aparte de las que reflejan el esfuerzo que está realizando (temblores, paradas bruscas, cambios de dirección,…).

En el segundo caso se debate ante un dilema: necesidad de imitar lo más fielmente posible una escritura que implica lentitud, que será fácilmente puesta en evidencia, y la necesidad de escribir fluidamente, lo que inevitablemente le llevará a la pérdida del control y a la aparición en el escrito de las características personales inconscientes.

Según Sauder, nadie puede disimular simultáneamente todos los elementos de su grafía, ni siquiera la mitad de ellos, lo cual es una consecuencia de esta Ley.

Para la peritación es la base de la crítica interna de los documentos dubitados.

Mediante entrenamiento se puede simular la propia escritura.

El que escribe en circunstancias en que el acto de escribir es particularmente difícil, traza instintivamente o bien letras que son más habituales o formas sencillas y fáciles de construir.

 

5º LEY: «El que escribe en circunstancias particularmente difíciles, del tipo que sea, traza instintivamente o bien formas de letras que le son más habituales, o bien formas más sencillas y fáciles de construir» (Solange Pellat, 1.927).

Es básica en el tema de anónimos y testamentos ológrafos (persona que, de propia mano, hace testamento dejando sus últimas voluntades).

Mano guiada, inerte, contrariada,…

Mayor dificultad para el que escribe: vehículos en movimiento, sujetos encamados, enfermos, moribundos,…

Cada individuo posee una escritura que le es propia y que se diferencia de los demás.

 

Autor: Ofelia Lema

Criminóloga y perito judicial. Experta titulada en pericia caligráfica y grafológica. Técnico en mediación, negociación y resolución de conflictos. Formadora en oratoria y técnicas de comunicación. Todo profesional de la criminología es un científico analítico de profunda formación interdisciplinar que evalúa tanto los problemas derivados del delito como el análisis de la realidad penal para prevenir el mismo. Es, en fin, un estratega de la prevención y represión de los fenómenos delictivos y un diseñador de supervisión social ajustado a la compresión del delito, el delincuente, la víctima, los métodos de control social y el entorno existentes en este complejo campo.

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